Los crímenes de odio contra la comunidad LGBTIQA+ en EE.UU. aumentaron drásticamente el año pasado


Estados Unidos experimentó un fuerte aumento de los delitos de odio contra la comunidad LGBTIQA+ el año pasado en comparación con 2021, según datos publicados por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Esta semana, el FBI publicó sus Estadísticas sobre delitos en la Nación de 2022 basadas en datos de más de 11 millones de delitos denunciados. El informe indicó un aumento del 13,8% en los delitos denunciados por orientación sexual y un aumento del 32,9% en los delitos por identidad de género en comparación con 2021.
Según el informe, los incidentes relacionados con la intimidación fueron los delitos motivados por prejuicios denunciados con más frecuencia en general el año pasado, seguidos de las agresiones simples y el vandalismo. Esos tres tipos de delitos representaron el 76,6% de todos los delitos de odio denunciados.
La presidenta de la Campaña de Derechos Humanos (HRC), Kelley Robinson, respondió al informe y calificó las cifras de “tanto impactantes como desgarradoras, pero lamentablemente no inesperadas”.
En junio, el CDH declaró un “estado de emergencia” para las personas LGBTIQA+ en Estados Unidos debido al aumento de la legislación anti-LGBTQ+ en las cámaras estatales de todo el país este año. “Los datos del FBI sirven como otro indicador alarmante del estado de emergencia en el que se encuentra nuestra comunidad”, dijo Robinson.
Según el FBI, los datos del informe de 2022 cubren al 93,5% de la población estadounidense. Robinson señaló que las cifras estaban incompletas. “Demasiadas ciudades y estados están reportando datos incompletos, o incluso ningún dato, sobre crímenes de odio contra la comunidad LGBTQ+”, dijo. “Si queremos poner fin a esa violencia, necesitamos una contabilidad completa de cuántos crímenes de odio se están cometiendo, y eso requiere que todas las jurisdicciones den un paso al frente”.
En 2020, el CDH publicó su “Plan para un cambio positivo”, que esbozaba 85 recomendaciones de políticas para la entonces administración entrante de Biden. Entre sus recomendaciones, la organización pidió al Departamento de Justicia que intensifique sus esfuerzos para alentar a las autoridades locales a informar anualmente las estadísticas de delitos de odio y hacer que esa presentación de informes sea obligatoria.