Entrevistas

“Mi personaje es la mujer que llevo dentro”, Vanessa Miller, primera Señora Fausto 2020

La pandemia y el confinamiento no detiene la realización de los concursos de belleza, tan propios de la comunidad gay local. Es así como el viernes 21 de agosto se realizó, vía online, Señora Fausto 2020 un certamen para transformistas mayores de 40 años y el primero de este tipo que realiza la longeva discoteque.

Justo a las 22 horas se dio inicio al concurso vía streaming, animado por la sempiterna Maureen Junott y acompañada por un jurado virtual. Fueron 14 transformistas que anhelaban la corona y la banda, todas superando las cuatro décadas. Como es clásico, el certamen contó con presentación de las candidatas, desfile y una ronda de preguntas. De cinco preseleccionadas, el jurado dio el siguiente veredicto: tercer puesto para Carla Andrera Oliveira; segundo lugar para Monserrat Gauchi; y el primer puesto y ganadora del certamen, Vanessa Miller Larraín, quien ostentará el título por un año. 

Conversamos con la primera Señora Fausto 2020, a quien la pandemia la encontró en Copiapó. Miller se quedó unos días en esa ciudad esperando que la situación mejorara, pero finalmente lleva más de cinco meses allá.

Vanessa Miller tiene 51 años, es originaria de Copiapó, ha vivido en su ciudad natal, Antofagasta y desde 2006 en Santiago. Miller es estilista y nos contó que durante esta pandemia ha aprovechado el tiempo para finalizar sus estudios.

“Me han llegado muchos mensajes, me estoy dando el tiempo de responder uno a uno, hay que ser agradecido y responder los mensajes”.

¿Cómo te sientes con este triunfo?
Me siento súper, súper contenta, agradecida por la confianza. Fue una experiencia diferente haber participado en esta plataforma. Yo lo consideré apenas se abrieron las inscripciones, porque era una de mis metas poder estar en un certamen organizado por Fausto, por eso me tomé con mucho profesionalismo y compromiso cada una de las tareas que nos pidieron para el concurso. Para ser franca, el último día estaba muy nerviosa, traté de relajarme y además yo me sentía muy comprometida.

Traté de enfocarme, limpiarme mucho, yo soy una persona muy creyente y siempre uso un escapulario de la Virgen de la Tirana. Ese día estaba muy ansiosa, muy tensa, pero me relajé y le pedí a Dios que guiara mi camino y mis palabras al momento de responder y que “si esto era para mí, él sabrá”. Esta vez me quise relajar, no escuché otras respuestas y me enfoqué en lo que parece un cliché “en ser la mejor versión de uno mismo”, concentrada y escuchando las preguntas atentamente para que fluyeran las respuestas correctas, manteniendo siempre la actitud, que es lo primordial.

Vanessa Miller tiene experiencia en los concursos de belleza, ha participado en una infinidad de certámenes, lo que para ella también significaba un compromiso adicional. “Yo tengo una expertise de concursos, así que para mi era un reto extra”. Miller pertenece al grupo de transformistas de concursos de belleza, llamados así porque su trabajo se centra en participar en distintos certámenes que se realizan a nivel nacional. “Esto es una escuela, los misses para nosotros es una profesión, yo soy transformista de belleza, hay que ser aplicada, ser constante, es enfocarse en una meta, porque los sueños aunque son impalpables, se pueden hacer realidad y yo traté de enfocarme, porque yo quería ganar”, explica Vanessa Miller, Señora Fausto 2020.

Vanessa también fue la primera Señora Mundo Gay Blue Angels en el año 2015, ese mismo año fue coronada como la Primera Virreina de Miss Transformista Viña del Mar; En el 2018, fue Segunda Virreina de Miss Transformista Diverso Caldera; y a fines de ese mismo año, el canal No Poh Niña la designó como la más elegante del certamen. Son algunos de sus títulos.

¿Es esto como un sueño cumplido?
Sí, es un sueño cumplido. Yo me presenté a Miss Fausto en 2012, pero no quedé dentro de las finalistas; luego me presenté el año pasado a la preselección de Miss Fausto donde todos me decían que quedaría, mi preselección fue impecable, pero me llevé la sorpresa que no quedé en la preselección, sentí un mal sabor de boca, me dio un poco de pena, porque yo sabía que mi presentación había sido magnífica. Pero mira como son las cosas, no quedé en Miss Fausto, no gané Miss Fausto, pero hoy soy Señora Fausto, todo pasa a tiempo divino, Dios sabe dónde pone las cosas y cuando las pone. Estoy muy agradecida de esto y muy conforme, para mí es una responsabilidad infinita ser la primera Señora Fausto de la discoteca más antigua de Sudamérica y que coincide con los 41 años del local.

“No hay ningún ser humano que no sea un aporte, hay que enfocar esos aportes y dirigirlos de buena manera, para construir e incluir”.

¿Que te espera como reina, algún trabajo puntual?
Primero representar a la discoteca, estar en eventos y asistir a los programas que me inviten, pero me gustaría, una vez pasado el confinamiento, enformacarme en el trabajo social, tengo varios proyectos. También quiero meterme en política. Siempre he pensado que los políticos están al debe con la comunidad LGBT+ porque no se informan, por ejemplo, hay leyes que duermen en el senado.

Yo sé que uno puede hacer cosas como ciudadano, pero si tienes la representación de una casa tan prestigiosa como Fausto, igual se abren nuevas puertas. Quiero llegar a partes donde aún existe ignorancia de lo que es la comunidad LGBT+, de las transexuales, de los niños trans. Quiero enfocarme en ese sentido, ojalá que la vida presencial llegue pronto. También tengo una excelente relación con los departamentos de diversidad de las municipalidades, para allá quiero dirigir mi reinado.

Señora Fausto fue un show en línea, virtual, como ha sido la tónica durante estos meses. Y sobre esa virtualidad, Vanessa Miller lamenta lo fácil que es criticar en estos tiempos de redes sociales y cree que el concepto “libre expresión” está mal empleado, sobre todo en nuestra comunidad. “Está tan a flor de piel el descalificar que se me paran los pelos, yo estoy abierta a las críticas y los gustos son tan variados, pero lo que no acepto es la denostación por las redes sociales, siento que se ha abusado mucho. ¿Cómo la sociedad nos va respetar, si nosotros mismos vivimos denostándonos? Hay que opinar con respeto y eso enaltece. Hay que cuidar la boca, porque la boca puede arruinar la vida de una persona. Lo más fácil es criticar en estos tiempos, siento que el concepto “libre expresión” está mal empleado, porque libre expresión no es destruir, es construir”.

«No los defraudaré y a aquellos que confiaron en mí, no se equivocaron, haré el mejor trabajo que haya hecho».

Desde el 14 de marzo, Vanessa Miller está pasando la cuarentena en Copiapó, junto a su hermana, a quien no veía desde hace 30 años. Para fines de septiembre o inicios de octubre piensa regresar a Santiago, donde le esperan sus amigos y su trabajo, pero también una corona y una banda real. “Gracias a Dios, tengo contención, me tocó una baja total en lo laboral, un amigo y mi hermana me han apoyado en todo, me han contenido económica y espiritualmente”, nos confiesa Miller.

Vanessa Miller ha vivido, tiene muchas historias, “mis experiencias de vida dan para escribir un libro”, dice entre bromas. A los 16 años se fue de su casa, en una época muy complicada, en especial para un chico que buscaba su identidad, estuvo en un constante ir y venir entre Copiapó y Antofagasta, siempre tratando de encontrar una identidad. “Siempre fui una persona transexual”, confiesa hoy, en una época que “todo es más fácil”.

A los 27 años, se “convirtió” en transformista para suplir, de algún modo, su proceso de transición, el que nunca logró concretar. “Lo único que puedo decir es que ahora todo es más fácil, la sociedad está más abierta, los padres están aceptando a sus hijos para que se puedan identificar a una edad temprana, eso es magnífico, es algo que yo no viví y no pude lograr”. Vanessa Miller nos repite una frase, una que siempre dice y que también reveló en su presentación a Señora Fausto: “Mi personaje es la mujer que llevo dentro”.

Revista Clóset

Entrevistas, actualidad, cultura, farándula, tendencias. El objetivo de revista Clóset es generar opiniones y discusiones constructivas en torno a temas LGBTI.
Botón volver arriba