El cambio climático no es algo nuevo, desde siempre sucedió en la historia atmosférica del planeta. La razón fundamental la encontramos cada setenta años, el eje de la tierra varía un grado respecto a su eje. Este es el verdadero motivo que desencadena los cambios de temperatura, y no el Dióxido de Carbono, cuyo porcentaje en la atmósfera corresponde sólo al 0,04%.
La explicación la tenemos, al cambiar un grado la incidencia solar sobre la atmósfera, provocando consecuentemente mayores aumentos de temperatura en verano y fuertes descensos en invierno.
Todo se reduce a una campaña mediática de manipulación de masas, en el que una vez más, se usa el miedo a las catástrofes que siempre sucedieron en la historia, haciendo culpable una vez más al hombre, en lugar de las petroleras, que se hicieron dueñas de la energía y del destino económico de los países.
El cambio climático es la excusa. Lo que hay detrás es una campaña de concientización mundial orquestada por los estados, principales beneficiarios que te veas obligado a comprar coches híbridos, porque con las emisiones de tu vehículo viejo no podrás circular por la ciudad. Y así tengas que pagar nuevas tasas más caras, en función de lo que contamina. Esto responde a la Agenda Mundial 2030.
Para proteger el planeta no se descarta que los gobiernos construyan fábricas de oxígeno para paliar la tala de árboles. Fábricas que ya existen en Finlandia, y en la que tendrás que pagar de tu dolorido bolsillo.
Pero esta trama no queda ahí. Mayores serán las medidas que pretenden imponer, especialmente en la cadena alimenticias. A través de la monetización digital monitorizan tus finanzas con el objeto de saber qué alimento consumes, para ellos saber el dióxido de carbono empleado en la producción. Todo para tenerte bien controlado y no te puedas negar a la dictadura de los estados, negando de esta manera la soberanía del pueblo, tumbando democracias, para favorecer un nuevo orden mundial.
Todas estas absurdas medidas de control de gases sólo buscan cambiar tus hábitos alimentarios y se encaminan al consumo indirecto de insectos, triturados como formas de harinas en el trigo.
¿Ves cómo el 0,04% de dióxido de carbono es ridículo? Ya sabes lo que persiguen. Todo esto una vez más creará más pobreza y escasez, que es lo que buscan siempre las élites, rico más rico, pobre más pobre.
