Oscuras Reflexiones: el peligro de la sobreinformación


Durante la pandemia, necesitábamos matar el tiempo y nos convertimos en internautas empedernidos. La información rebosaba a todas horas por las orejas. No parábamos de ver videos de youtube, películas y series, lectura de magazines, programas de televisión informativos, y además escuchaba mi música y vídeos musicales. Todas resultamos intoxicadas ante tanto empacho.
El tiempo apremia y la pandemia nos ha vuelto mucho más selectivos, y también más impacientes. La brevedad del contenido es la clave. Es el éxito de Netflix, de Tick Tock.
Muchas personas ya ven series y programas incrementando la velocidad de reproducción, porque sencillamente para ellos, la marcha normal les resulta insoportable. Está claro que estos comportamientos son el reflejo de una sociedad compulsiva y acelerada.
Y sigo. Ya muchas personas no se entretienen en leer un artículo, de periódico o blogs, directamente lo salvan leyendo la letra en negrita. Con la música sucede más de lo mismo, ya no soportamos una canción entera y la reducimos al minuto y nos largamos.
El tiempo es oro. Pero también es una presión añadida, que nos conduce a episodios de estrés, que junto a la vorágine informativa, nos dificulta el disfrute y su adecuado aprendizaje.