Con los Juegos Olímpicos de Río 2016 de repente nos dimos cuenta que además de los modelos de ropa interior y las celebridades, los deportista de alta competencia están de muy buen ver y recordamos como fue que se inicio la tendencia del sporno en la moda y la publicidad.
Partimos esta sección con Sonny Bill Williams, la estrella del rugby neozelandés; y es que cada 4 años nos pasa que los deportistas se ponen de moda y esta vez no ha sido la excepción. Río 2016 no solo es la oportunidad de romper records olímpicos y mundiales, sino también una pasarela para los hombres más guapos del planeta y si a su atractivo le sumas que son deportistas, realmente se convierten en tipos soñados y es que es esa mezcla la que explica que los ídolos del deporte sean desde hace años sex symbols, lo que a su vez les da suculentos dividendos como en el caso de Sonny que es rostro de Adidas.
A algunos no les gusta el rugby, pero a mí en lo personal me parece como espectáculo lo más homo erótico que hay por lo que no me cuesta quedarme pegado viendo un partido aunque realmente no entienda mucho del deporte en sí, pero volvamos a lo que nos convoca que es celebrar al guapo de Sonny Bill Williams quien además de rugbista fue boxeador. En el boxeo también destacó dejando un registro de 6 victorias y 0 derrotas, entre 2009 y 2013.
Sonny es doble campeón del mundo con los míticos All Blacks que son toda una institución neozelandesa a tal nivel que el uniforme de la selección nacional es no pocas veces usado como traje típico del país. A Sonny de 1.91 de estatura, musculada figura y encantadora sonrisa se le considera a sus 31 años como la figura más representativa de la selección de rugby a tal punto que en una reciente entrevista señaló “como deportista no hay nada por encima de los Juegos Olímpicos, estamos aquí para ganar”. La seguridad de Sonny puede ser todo menos gratuita, si consideramos que formó parte del seleccionado que ganó la Copa Mundial de Rugby disputada en su natal Nueva Zelandia en 2011 y que además ganó la misma copa en 2015, lo que le valió su pasó a la historia del rugby mundial al ser la primera selección que gana el título de campeón en dos ediciones consecutivas. Si bien la calidad deportiva de Sonny es algo que salta a la vista por sus logros, también lo es su calidad humana, como en ese episodio en 2015, cuando un niño saltó al campo para abrazarlo y el jugador le regaló su medalla de campeón.
¿Quién es ese hombre?
Columna de Pablo Salvador Sepúlveda,
Magíster en Dirección de Comunicación, UPF, Barcelona, España.
Fuentes: wikipedia/instagram/youtube
