Oscuras Reflexiones: el descalabro de la ciencia y la nueva ciencia del mañana


Este año, el Premio Nobel de Física estuvo repartido entre tres candidatos. Por fin los científicos tuvieron que aceptar que el sistema físico o nuestra realidad percibida es incompleta, como en matemáticas se había corroborado mediante el Teorema de la Incompletitud de Kurt Godel.
¿Qué quiere decir esto? Pues que por mucho que lo intente la ciencia, no existen parámetros definidos para poder explicar cualquier clase de fenómeno físico, o lo que es lo mismo, es imposible alcanzar resultados absolutos y precisos. El sistema físico es incompleto.
Para aclarar un poco más la idea, lo resumimos de la siguiente manera. Si dividimos un átomo golpeado por un electrón, encontraremos que este estará formado de nuevas partículas más diminutas, y que a su vez, al volverlas a subdividir, nos encontraremos nuevas partículas. Así otra vez y otra. Y así sucesivamente hasta el infinito sin encontrar nunca un final.
El valor en el microverso tiende a cero, a la nada, a su absorción total sin ser absorbido plenamente, siendo su estado matemático cero.
En cambio, sucede todo lo contrario en el macroverso. Éste tiende al infinito, a alcanzar el todo, matemáticamente su unidad (1). La realidad aspira a la expansión, tiende a valer uno, es decir, su totalidad, pero sin poderse completar porque físicamente por defecto es imposible.
Así, llegamos a la conclusión de que la ciencia física no puede ser definible y demostrable. En este contexto la ciencia se desmorona, como lo hace cuando al descubrir que un átomo un 99 por ciento aire, y que por tanto, respectivamente la materia. Todo es una compleja configuración de micropartículas vibrando intensamente, para que de esta forma, conformar un cuerpo atómico, pero de carácter ilusorio. Por tanto, nuestra realidad es de naturaleza irreal, todo es una ilusión, aunque parezca una locura.
Es nuestro cerebro quien organiza y determina esa realidad. Así es como funciona la física cuántica. Un observador, en el momento de mirar, determina el estado de la partícula, ya sea energético o materia. Nos encontramos ante el más importante paradigma, que sacude profundamente los cimientos de la ciencia. No me gustaría ser científica precisamente ahora ¿O si?
La ciencia es incompleta. No sirve para explicar los comportamientos. Lo que hoy es una ley física, mañana alguien lo desmontará sin faltarle razón.
La ciencia en el tiempo se comporta como una moda. La ciencia está mal fundada desde el principio. Nos la vendieron como infalible y ya vemos que no lo es. Por mucho que duela, la ciencia es una acción incompleta. La aceptación de ese fracaso, asentada en la convicción y no en la certeza. La ciencia no puede dar respuestas certeras, sino alternativas certeras.
Una nueva ciencia del mañana se conformará en esta década. La alternativa vendrá formulada por diferentes hipótesis revolucionarias, destacando que ninguna de estas podrá alzarse sobre las demás.
La hipótesis está en equilibrio con la demostración teórica y su formulación. Esa es la clave de la ciencia del mañana.