“No vengo a competir con nadie”, Sussy Lamarque y su participación en nuevo reality de Fausto Discoteque
Aunque se mantiene vigente con su programa en Youtube y actividades de beneficencia, Lamarque, vuelve de lleno a los escenarios discotequeros y cada semana deberá, junto a un ramillete de transformistas, enfrentar las pruebas y desafíos del reality “La Grand Hermana”.
Susy Lamarque cuenta con más de cuatro décadas de trayectoria y como muchas, partió en el transformismo casi por casualidad. Ha hecho de todo, ha recibido reconocimientos y declara que se ha forjado un nombre en Chile. Conversamos con Susy sobre sus inicios y acerca de su participación en “La Grand Hermana”, el reality que reúne a transformistas mayores de 40 años. El show es organizado por Fausto Discoteque y partió el pasado 13 de abril con 18 participantes, de las cuales dos ya han sido eliminadas. ¿Será Susy Lamarque la siguiente?
¿Qué hace Susy Lamarque en este reality?
“Mi personaje va y viene y en estos momentos ingresé a este reality porque creo que Fausto Discoteque le da la oportunidad a todas esas transformistas que tienen trayectoria y que, de cierta forma, han sido olvidadas. No es mi caso, porque yo sigo haciendo eventos, beneficios, participando en discotecas, he estado en Viña del Mar y aparte de eso tengo mi programa La bella y la bestia. He hecho bastantes cosas artísticas. Yo me refiero a las transformistas que han marcado historia, han pavimentado esto y de pronto son un poco olvidadas por el público y por los empresarios.
Es una lástima porque hemos entregado mucho arte, mucha alegría y entretención y de pronto te desapareces uno o dos años y la gente te olvida. Cuando Fausto me invitó, me dije ‘lo tomo’ porque es una forma de volver a la disco que ha sido mi casa por mucho tiempo y retomar el arte del transformismo. La verdad de las cosas es que no vengo a competir con nadie, vengo a pasarlo bien, vengo a disfrutar mi show, a reencontrarme con mis compañeras y compañeros. Estoy muy agradecida por la invitación de Fausto”.
Cuéntanos algo de Susy…
“Bueno, Susy nace en la discoteca Quasar, su dueña nos pidió que fuéramos a Cartagena a ensayar todas las semanas para mostrar el show los viernes en Santiago, porque estábamos muy cansados por tanto trabajo. En Cartagena, ensayando con todo el elenco, en un momento que estábamos un poco aburridos, los compañeros dijeron ¿por qué no jugamos al concurso de reinas? y todos empezaron a inventarse un país y me dijeron que participara con ellos. Yo no quería porque siempre fui director artístico, coreógrafo y bailarín, pero me dije ‘lo voy a hacer, pero ¿cómo lo hago?, no tengo nada, yo no soy transformista’. Busqué algunas cosas por ahí y encontré una peluca verde, corté unas pestañas de cartulina y me hice la boca. Luego me preguntan cuál sería mi nombre, como estaba de moda la película Sussi con Marcela Osorio y en la película a ella le preguntaban su nombre y ella respondía con un tono particular “Sussi” lo que me quedó grabado, decidí llamarme como la Marcela Osorio en la película. El apellido, porque siempre me gustó el tango y esa onda antigua lo tomé de ahí. Entonces ¿cómo te vas a llamar? ¡¡Susy Lamarque!! y desde ahí nació y quedó el tono de voz característico.
Cuando volvimos a trabaja a Quasar nos fue muy bien y me llama la dueña, mi madre artística, la señora Ana María de la Fuente, y me dice que quiere que trabaje ese personaje en la disco y yo le dije que ‘no’ porque no era lo mío y ella me responde ‘tienes que hacerlo, porque este personaje el día de mañana te dará de comer’, entonces, lo tomé y empecé a presentarme una vez al mes. Cuando debuté me fue espectacular, fue una ovación en Quasar, porque llegar a Quasar era lo más importante en ese tiempo, ahí se presentaban grandes shows. Ahí parte Susy Lamarque por montones de lugares. Después la toman en Fausto y parte la noche de los domingos de Susy Lamarque con Françis Françoise. Y desde ahí mi carrera, ya son 38 o 39 años de Susy Lamarque.
Yo como artista, en general con todo lo que hago, llevo 44 años de trayectoria, yo nací artísticamente a los 8 o 9 años, a los 10 años ya estaba trabajando en el grupo folclórico Los del Castillo con mi familia. Mi madre era folclorista profesional, desde ahí partió toda esta historia artística. Yo vengo estudiando danza y siendo coreógrafo desde muy joven, mi carrera partió desde muy chico”.
¿Qué pasó con la academia de Ricardo del Castillo?
“Después del Estallido Social, de la pandemia y que yo me fuera a Viña del Mar hubo una pausa, porque es entendible que la situación está muy crítica y sería una irresponsabilidad de mi parte poner una academia cuando el país está mal, está todo muy caro, increíblemente la plata se hace nada. Creo que hay que esperar un poco. Ahora tengo el lugar, tengo alumnos interesados y tengo profesores. También tengo la propuesta de Roberto Nicolini en el teatro Las Tablas, que es mi casa. Solo es cosa que mejore la situación, porque no saco nada con tener alumnos y después no hay plata para la mensualidad, los maquillajes, las pelucas, la vestimenta y todo lo que se necesita para seguir creciendo como transformista”.
Mucha gente se burló de la academia, ¿qué opinas de eso?
“Cuando yo partí con la academia fui el hazmerreír, pero no del mundo hétero, si no de los mismos compañeros, aunque no de todos. Decían que era un absurdo, que era ridículo tener que estudiar. Lo que ellos no entendieron es que un transformista tiene talento, pero hay que educarlo. Tú no puedes lanzar un cantante a trabajar toda su vida sin haber estudiado canto o vocalización, su carrera va a durar poco porque va a perder su voz. En el transformismo es lo mismo, es necesario un poquito de jazz, de baile, de coreografía, un poquito de makeup. Por supuesto que todo va evolucionando, pero siempre hay que tener un grado de técnica en los diferentes géneros.
Esperé un tiempo para ver los resultados, recibí miles de ofensas, críticas y descalificaciones, pero me quedé callada. Pero cuando empezaron a aparecer las transformistas; una Evony Engel allá, una Barbara Nielsen acá, una Jade Myler por allí y un sinfín de otras que se fueron formando en la academia quedé contento porque se logró el objetivo”.
¿Cuál es tu propuesta en este reality?
Todo depende de las cosas que nos impongan en cuanto a temáticas, porque acá uno no manda el espectáculo, no manda el show, puedo presentar todas mis historias y todo mi show, pero te van a pedir la noche de México, de Halloween, por ejemplo y es ahí donde me tengo que enfocar en presentar un trabajo limpio y no tan exagerado, porque una tiene una edad determinada y ya no tiene la misma energía de 20 años atrás. Pero sí se puede mostrar un trabajo bonito y decente para el público. Así que vengo con las pilas puestas, y por lo mismo acepté porque me siento con la capacidad de seguir mostrando un buen trabajo”.
¿Esperas ganar?
Soy súper honesta, súper de verdad, yo no vengo a ganar, yo vine y acepté este reality porque vengo a disfrutar, yo lo vengo a pasar bien. Yo ya pavimenté un camino, ya me hice un nombre en Chile, fui pionero con la primera academia de transformistas de Sudamérica, soy reconocido como Ricardo del Castillo, como director, como coreógrafo. Susy Lamarque fue una de las primeras transformistas que se impuso con las pestañas grandes, con las pelucas de colores, cosa que antes no pasaba porque solo eran transformistas bonitas, y en ese entonces también fui el chiste y fui criticada, sin embargo, ahora todas hacen lo mismo. Cuando me puse la peluca verde todos me decían payasa, ridícula y no me lo decían de broma, era bien en serio. Lo hice todo, modestamente lo digo. He recibido muchos reconocimientos en mi país, en este momento estoy disfrutando. Si me eliminan hoy, mañana o pasado, contenta me voy porque Susy Lamarque sigue vigente en publicaciones, en las fotos, en las redes y mantenerse así es un lujo en estos tiempos.